El presidente Juan Manuel Santos en el homenaje del Partido Liberal al expresidente Alfonso López Michelsen. / SNP
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Espectador
Política|21 Ago 2013
El presidente Santos y la búsqueda de la continuidad de sus políticas
Redefiniendo la Unidad Nacional
De cómo los partidos de la U y Liberal aspiran a convertirse en pilares de la reelección.
La
decisión del presidente Juan Manuel Santos está tomada. Aun cuando sea en
cuerpo ajeno, está decidido a que sus ideas sigan gobernando, y el objetivo es
no darle espacio a quien se ha convertido en su principal opositor: el
exmandatario Álvaro Uribe. Para ese fin, los partidos de la Unidad Nacional ya
comienzan a alinearse en la primera línea de batalla, siendo la U y el Liberal
los que emergen como sus principales escuderos.
Si bien
desde hace algunos meses Santos había dejado claro que la última palabra sobre
la búsqueda de la reelección la diría en noviembre, el país político está cada
día más convencido de que irá por otros cuatro años. La más reciente señal la
dio en una entrevista con el presidente de la Cámara de Representantes, Hernán
Penagos, en la que dijo: “Mi corazón me está, como dicen, impulsando a la
reelección. A veces uno quiere que sus políticas se mantengan y además muchos
de los frutos de todo lo que hemos sembrado se van a dar en el próximo
cuatrienio”.
Y según
el senador de la U Armando Benedetti, como están las cosas no hay más candidato
que Santos, y en torno a él se está moviendo la Unidad Nacional. “Él fue el
fundador de la U, fue elegido por la U y por la U será reelegido. Acá no hay
más candidatos: la izquierda no se une y la tercería ni existe. Nosotros vamos
a reelegir a Santos y es apenas obvio que los demás partidos de la coalición
seguirán con él”, señaló.
En ese
sentido, el Partido Liberal se mantiene como uno de los socios más importantes
del Gobierno y de su intención reeleccionista. Ha sido soporte en iniciativas
como la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, y es un apoyo fundamental
para el proceso de paz con las Farc en La Habana (Cuba). El mismo director de
la colectividad, el representante Simón Gaviria, ha afirmado que aunque la colectividad tiene unos procedimientos para
escoger candidato a la Presidencia, la primera apuesta es por la continuidad de
Santos.
Tal
postura ya genera celos. Gaviria, luego de la asistencia de Santos a la
conmemoración de los cien años del natalicio de Alfonso López Michelsen —en
donde el primer mandatario afirmó su arraigo liberal—, salió a cobrar y dijo
que eso ratifica que el presidente es un liberal comprometido con la
colectividad, con sus ideas, con su agenda reformista, de paz y de lucha por la
igualdad y las libertades. “Esos guiños ayudan a clarificar la política”,
agregó el representante.
La respuesta
desde la U no se hizo esperar. El representante Augusto Posada le recordó que Santos ya tiene un partido y que si bien ha dicho que
tiene pensamiento liberal, también ha manifestado su afinidad con el Partido
Conservador: “Es cierto, su origen es el Partido Liberal, pero allá no lo
quisieron y por eso formó la U”, enfatizó.
Ahora,
más allá de ese tire y afloje, lo cierto es que tanto la U como el Partido
Liberal saben que en la actual coyuntura electoral lo mejor es estar del lado
del Gobierno, que, por cierto, para 2014 tiene proyectado un presupuesto de
inversión de $40,6 billones. Eso es, y así lo reconocen algunos parlamentarios
en voz baja, “mermelada” para las elecciones. Porque si hay algo que los
actuales congresistas en vía de reelección quieren mostrar a la ciudadanía son
obras.
Y Santos
sabe también que en estos dos partidos recaerá su posible continuidad. Por eso
asistió al retiro espiritual de la U en Paipa, a finales de julio, donde se
habló de la necesidad de escoger un presidente de partido externo. Decisión que
fue ratificada el martes pasado, tras una votación interna en la que 59
congresistas acordaron que tenía que ser alguien que no estuviera en el
Legislativo. Todo indica que el actual ministro de Comercio, Sergio
Díaz-Granados, será quien lidere las banderas de la U en el próximo proceso
electoral.
El mismo
martes en la noche Santos estuvo con los liberales —en el homenaje a López
Michelsen—, donde habló de luchar contra las desigualdades y proclamó lo que
llamó un propósito del alma: “Vamos a seguir luchando por cerrar la brecha.
Vamos a seguir trabajando por las libertades. Vamos a seguir avanzando hacia la
paz”. Los rojos, por su parte, esperan convertirse en el partido mayoritario y
catapultar el respaldo a su aspiración reeleccionista.
El resto
de la mesa de Unidad Nacional está coja, reconocen en el Gobierno. Cambio
Radical se encuentra sumido en una crisis que podría hacerle perder la
representación política por cuenta del umbral de votos. Sin embargo, esta
semana hubo un encuentro en el que descartaron la posibilidad de unirse a la U
o al liberalismo y decidieron enfrentar el veredicto de las urnas, con los
riesgos que implica.
El
Partido Verde enfrenta una situación parecida. La división entre sus dirigentes
y la pérdida electoral que representó el fallecimiento de la senadora Gilma
Jiménez los tiene cerca de desaparecer. Su preocupación es salvar la personería
jurídica, y no es mucho lo que pueden representar en cuanto a apoyo a la
reelección de Santos.
El
Partido Conservador, por otra parte, no tiene claro si presentar candidato a la
Presidencia, ratificar el apoyo incondicional a Santos o irse en alianza con
Uribe. Según dijeron algunos de sus congresistas, “deberíamos tener candidato propio, pero como están las cosas vamos a tener que
sumarnos a la campaña reeleccionista”. Y una pata que le nace al cojo tiene que
ver con la postura radical antisantista asumida por el expresidente Andrés
Pastrana (ver recuadro), que ha ganado en las últimas semanas adeptos en las
toldas conservadoras.
Por: Redacción Política
El presidente Santos y la búsaueda de la continuidad de sus políticas
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