domingo, 15 de diciembre de 2013

Sobre Petro y Ordoñez por Alvaro Ochoa Morales



 

Sobre Petro y Ordoñez


Por Álvaro Ochoa Morales*

«La prudencia, que hace verdaderos sabios». Con esa frase de un conocido villancico nos sorprendió ayer el señor Procurador General de la Nación, el Doctor Ordóñez.

Yo no pensé en el Niño Jesús sino en un programa de televisión de hace algunos años, que se llamaba «Ordónese de la Risa », pues si algo caracteriza al señor Procurador que tenemos, es precisamente su imprudencia.

Yo no voy a hacer una apología de Gustavo Petro, el Alcalde Mayor de Bogotá. Lo único que le reconozco es que es un señor inteligentísimo, pero sé que es otro politiquero. La forma como sacó de la dirección del Polo Democrático Alternativo –partido al que nunca he pertenecido- al doctor Carlos Gaviria Díaz- persona de quien tengo los más altos conceptos- me mostraron a un Gustavo Petro capaz de traicionar la amistad para tomar ventajas personales.

Pero sé que la sanción que le impuso el señor Procurador es desmedida e injusta.

Tengo la convicción de que el señor Procurador sí puede investigar y sancionar a todos los servidores públicos, incluso a quienes han sido elegidos por voto popular. Tal vez piensa uno en el fenómeno de la legitimidad, pero si le damos validez a ésta tendríamos que desconocerle al Consejo de Estado la facultad de retirar la investidura de un congresista. El Consejo de Estado está conformado por magistrados elegidos entre ellos mismos, por el sistema conocido como cooptación,  en cambio, el congresista es elegido por el voto popular. Desde luego que en una democracia puede tener más legitimidad el servidor escogido directamente por el pueblo que el servidor nombrado por otra autoridad o por un círculo de amigos. Pero la Constitución, que es la carta de navegación del país, dictada teóricamente por el pueblo, les asigna esas funciones a determinadas autoridades, y expresamente autoriza al Consejo de Estado para declarar la nulidad de una elección hecha por el pueblo o para retirar la investidura a un congresista también elegido popularmente.

Así mismo, la Constitución asignó al señor Procurador la función de investigar y de sancionar a todos los servidores públicos, cualquiera haya sido el mecanismo de ingreso al servicio.

Pero otra cosa, muy distinta, es que el señor Procurador abuse de sus funciones, y se tome el cargo para dar palizas a servidores públicos que no son de sus simpatías personales, por ejemplo, a quienes no son sus correligionarios. Es sabido que el Procurador Ordóñez se ha tomado el cargo para hacer proselitismo religioso en favor de la iglesia cristiana romana.

Ya tuvimos ocasión de conocer una sanción draconiana que le impuso a la senadora Piedad Córdoba. ¿Cuál cargo pesó más para sancionarla como lo hizo Ordóñez? Seguramente porque ella no piensa lo mismo que el Procurador, en materia religiosa.

Así mismo, se la veló a Gustavo Petro, por el mismo motivo: no pensar igual.

El Dracón moderno reconoció que Petro no estaba siendo sancionado, como su antecesor Moreno Rojas, por tramposo, por ladrón, etc., sino por una conducta equivocada en el manejo de las basuras, es decir, simplemente por un error administrativo. ¿Se justifica echarlo del puesto como a una rata y, para acabar de joderle la vida, impedirle el ejercicio de la política por 15 años?

Eso no es prudencia. Eso es un acto de tiranía, de crueldad y de abuso del poder.

Cuánto necesita nuestro país que haya jueces verdaderamente prudentes y sabios, pero no Torquemadas que mandaban a la pira a quienes no pensaran al unísono de las jerarquías eclesiásticas o políticas.

Qué bueno que alguien le mostrara a Ordoñez la famosa frase de Voltaire dirigida a un contendor político. «No estoy de acuerdo con tus ideas, pero daría hasta la última gota de mi sangre por defender el derecho que tienes a expresarlas»

Medellín, 14 diciembre de 2013

* Alvaro Ochoa Morales, abogado posgraduado en Derecho de Familia, Unaula. Miembro de la Asociación Nacional de Abogados Laboralistas al servicio de los Trabajadores.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.